Algunos lo definieron como la versión norteña del film La guerra de los Roses. Otros advirtieron sobre las desventajas ciertas y concretas de compartir alcoba y poder.
Lo cierto es que una desavenencia política entre el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, y su polémica esposa, la ministra de Salud, Sandra Mendoza, terminó con una camioneta del Ministerio de Salud del Chaco, que habitualmente utiliza la ministra, que derribó parte de una pared del estacionamiento de la Casa de Gobierno y dañó, en su loco raid, otros vehículos estacionados en la zona.
La información, proporcionada por DyN, no fue confirmada en la Casa de Gobierno chaqueña. Según se pudo reconstruir, Capitanich le ofreció a su esposa que renuncie a su cargo en el ministerio y se presente como candidata a diputada en las próximas elecciones. Mendoza se molestó con esa decisión, discutió con su marido, tomó entonces la camioneta y protagonizó el escándalo.
Fuentes gubernamentales y policiales confirmaron que el incidente ocurrió en las últimas horas del 26 de febrero. La camioneta, conducida por Mendoza, impactó contra una de las paredes del estacionamiento de la Casa de Gobierno, lo que provocó la caída de una parte de la estructura. Otras versiones hablan de una indisposición de la ministra luego del incidente con el auto, aunque fuentes gubernamentales rechazaron el episodio.
La camioneta que protagonizó el choque es una Toyota Hilux, que habitualmente conduce Mendoza, según informaron fuentes gubernamentales. También se registraron daños en un aire acondicionado de las lindantes oficinas del área de Movilidad de la gobernación.
Además, al menos cinco automóviles sufrieron daños de consideración como consecuencia de la caída de parte de la estructura edilicia de la zona donde los funcionarios provinciales estacionan sus vehículos.
Mendoza ya había protagonizado distintas peleas públicas con ministros del gabinete de su marido durante el último año.
Luego, por la mañana del día siguiente, Capitanich y su esposa firmaron con el Ministerio de Salud de la Nación un convenio por el cual se aplicará en la provincia el programa de Salud Familiar, que fue lanzado en el Chaco con la presencia de la ministra de la cartera sanitaria nacional, Graciela Ocaña.
Intentaron allí disimular el escándalo, pero la noticia había llegado a toda velocidad a las redacciones de los diarios locales.
Lo cierto es que una desavenencia política entre el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, y su polémica esposa, la ministra de Salud, Sandra Mendoza, terminó con una camioneta del Ministerio de Salud del Chaco, que habitualmente utiliza la ministra, que derribó parte de una pared del estacionamiento de la Casa de Gobierno y dañó, en su loco raid, otros vehículos estacionados en la zona.
La información, proporcionada por DyN, no fue confirmada en la Casa de Gobierno chaqueña. Según se pudo reconstruir, Capitanich le ofreció a su esposa que renuncie a su cargo en el ministerio y se presente como candidata a diputada en las próximas elecciones. Mendoza se molestó con esa decisión, discutió con su marido, tomó entonces la camioneta y protagonizó el escándalo.
Fuentes gubernamentales y policiales confirmaron que el incidente ocurrió en las últimas horas del 26 de febrero. La camioneta, conducida por Mendoza, impactó contra una de las paredes del estacionamiento de la Casa de Gobierno, lo que provocó la caída de una parte de la estructura. Otras versiones hablan de una indisposición de la ministra luego del incidente con el auto, aunque fuentes gubernamentales rechazaron el episodio.
La camioneta que protagonizó el choque es una Toyota Hilux, que habitualmente conduce Mendoza, según informaron fuentes gubernamentales. También se registraron daños en un aire acondicionado de las lindantes oficinas del área de Movilidad de la gobernación.
Además, al menos cinco automóviles sufrieron daños de consideración como consecuencia de la caída de parte de la estructura edilicia de la zona donde los funcionarios provinciales estacionan sus vehículos.
Mendoza ya había protagonizado distintas peleas públicas con ministros del gabinete de su marido durante el último año.
Luego, por la mañana del día siguiente, Capitanich y su esposa firmaron con el Ministerio de Salud de la Nación un convenio por el cual se aplicará en la provincia el programa de Salud Familiar, que fue lanzado en el Chaco con la presencia de la ministra de la cartera sanitaria nacional, Graciela Ocaña.
Intentaron allí disimular el escándalo, pero la noticia había llegado a toda velocidad a las redacciones de los diarios locales.
En Salta, en cambio el gobernador Juan Manuel Urtubey, mandó a su señora Ximena Saravia como interventora de Payogasta, muy lejos. Qué tal?
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